Caprichos.

Sí. Puede que él solo sea un capricho, uno muy bonito, por cierto. Pero la verdad es que me encanta y el saber que nunca lo voy a tener... duele. Y mucho. Además dicen que lo prohibido es más deseable, ¿no? Y cada vez lo deseo más. Pero ¿qué le voy a hacer? Es solo un tonto capricho, así que pasará. Lo prometo.

Empezar.

Supongo que los comienzos nunca se me han dado bien; así que este comienzo no va a ser una excepción por más que lo quiera. Además, ¿Qué más da? Este blog solo será uno más de entre los miles que existen por la red, probablemente pocos lo lean (por no decir nadie), y de aquellos que encuentren este blog pensarán que han perdido el tiempo leyendo los pensamientos de una niña tonta. Porque si hay una cosa de la que estoy completamente segura, es que el tiempo es valioso. Así que rápido, ¡disfrútalo!