miércoles, 30 de septiembre de 2009

Sobre ruedas.

30.09.09

Hoy en Educación Física hemos hecho dos prácticas. En la primera teníamos que ponernos en la piel de un discapacitado visual y del acompañante y en la segunda he tenido la oportunidad de probar como es ir en silla de ruedas.

De la primera práctica... Qué puedo decir? Este verano ya asistí a un curso sobre personas con discapacidad y una de los ejercicios era ir por la calle con un bastón y los ojos cerrados (he de decir que ese día, en algún momento, abría los ojos). Pero hoy, en la universidad, nos han dado unas gafas especiales con las que no se podía ver NADA. Antes de hacer la práctica, hemos tenido que escribir las sensaciones que creíamos que íbamos a tener. Yo he puesto, principalmente, INSEGURIDAD. Miedo. Y así ha sido. Ya he comentado varias veces con mis amigas que creo que no podría soportar el hecho de ser ciega, y es que quizá, dependemos demasiado del sentido de la vista. Los ciegos pueden llegar a ser totalmente autónomos (eso, si la sociedad se lo permite). Otro ejercicio era saber cómo acompañar a un ciego. Primero de todo, es importante preguntarle si necesita ayuda, si no la necesita perfecto, no le presionamos, él es completamente capaz de ir solo. Pero si nos dice que sí que necesita ayuda, ponemos su mano sobre nuestro codo, y hombro, y relajamos el brazo. Tenemos que ir unos pocos pasos delante de él y no llevarle como si fuera un objeto que se puede romper. Tenemos que tener en cuenta que las personas con discapacidad visual tienen mucha sensibilidad en las manos, así que no hace falta decir: "una escalera, ahora la otra...", ellos notaran que la persona desciende de nivel.

Bueno, de la segunda práctica... ¿Qué puedo decir? Ha sido una gran experiencia. Nunca había ido en silla de ruedas, así que ha sido la primera vez que la tocaba... que la sentía. En el primer momento he pensado que iba a ser una torpe, que no la podría mover, pero a los pocos minutos ya la manejaba bastante bien. La hemos desmontado y vuelto a montar. Y hemos jugado. Por suerte, mis demás compañeros y yo nos podíamos levantar en el momento que quisiéramos... Otras personas no tienen esa suerte.

En fin, un gran experiencia. Y con ganas de que llegue el 14 de Octubre para poder visitar el Instituto Guttmann.

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